La vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump, que ha manifestado su intención de aplicar políticas proteccionistas durante este nuevo mandato, supondrá un reto para las empresas europeas y españolas. La intención manifiesta de imponer aranceles elevados (entre el 10% y el 20%) a todos los productos importados, sumada a la posibilidad de reavivar antiguas disputas comerciales, ha sembrado cierta incertidumbre sobre las exportaciones españolas de bienes al mercado estadounidense.
Habrá que esperar a ver si las amenazas de aplicar aranceles se materializan, o se trata de una posición de partida para iniciar una negociación de carácter comercial con los países o zonas comerciales que puedan verse afectados, entre los que se encuentra la Unión Europea.
En octubre de 2019, la Administración Trump, durante el primer mandato de éste, impuso aranceles del 25% a ciertos productos agroalimentarios europeos. Entre ellos, el aceite de oliva, el vino, el queso, y otros productos emblemáticos de España. Estos aranceles fueron una represalia, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el contexto de la disputa comercial por las ayudas públicas europeas a la empresa Airbus.
Aparte del agroalimentario, otros sectores afectados fueron el aeronáutico y automovilístico, así como los bienes de lujo y los productos tecnológicos.
Los aranceles al aceite de oliva y vino perjudicaron gravemente a los exportadores españoles hacia EE.UU., quienes sufrieron una fuerte caída de las ventas, perdiendo competitividad frente a otros países. El aceite de oliva, por ejemplo, perdió participación en el mercado estadounidense, con una caída de hasta el 60%.
Impacto económico para empresas españolas y comercio, con el nuevo mandato de Trump en la Casa Blanca y su política de imposición arancelaria
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